8. MARZO. 2010.

La cura de sueño resulta bastante útil,
casi doce horas de sueño sin remordimientos,
no es q sea un hombre nuevo,
pero mi barra de energia vuelve a estar en verde,
preparado para el videojuego del dia a dia,
casi toda esa arrogancia preprimaveral
se evapora al abrir la persiana
y volver a ver la misma lluvia,
habitualmente me gusta
la lluvia, el frio, las nevadas,
pero ya estoy hasta los huevos
de estos tres meses sin sol.
No hago la danza del sol
ni invito a dios de la lluvia a unas tapillas,
me resigno.
En el curro al menos no hay ventanas,
y eso q habitualmente es horrible y deprimente,
ahora permite dejar volar mi imaginación 
hacia las playas de ipanema,  
o a las calles de la habana vieja,
donde sería feliz
bajo un sol torrido, aberrante y socarrón,
(tres palabras con dos erres),
de vez en cuando regreso de mis ensoñaciones 
y no descubro nada nuevo bajo el tungsteno-halógeno de eci,
de nuevo en el confort de mi casa, 
ceno un bocadillo, leo hotel tierra, 
sigo dale que te dale a la chaveta,
aparentemente soy un tipo normal,
que trabaja, habla, escucha, baila,
desayuna, almuerza, merienda, cena, 
se enamora, pero no, 
no estoy en lo que estoy, aunq tu creas q estoy 
mi cabeza está en otra parte, 
a veces más bella, a veces más fea,
de todas maneras, de vez en cuando no es mala idea
imaginarte en otra parte, despues de estar aquí tantos dias idénticos.
Mañana será otro dia. Tremendo ayer.

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